¿Qué es?
La capacidad de identificar, diferenciar,
clasificar y utilizar elementos del medio natural, incluyendo también el medio
urbano el suburbano y el rural en especial.
Es la habilidad para observar, experimentar,
reflexionar y cuestionarse todo acerca del entorno.
Esta inteligencia es esencial en
Se ve claramente presente en: la gente que trabaja en el campo,
botánicos, cazadores, ecologistas y paisajistas
¿Cómo detectarla?
Esta inteligencia se pone de manifiesto en niños que aman los
animales, las plantas… reconocen y les gusta analizar las características del
mundo natural, cuida la naturaleza, se preocupa por temas como el reciclaje o
el cuidado de las aguas.
Nos puede ayudar a detectarla si observamos la mayoría de las
siguientes actuaciones:
- Se interesa y muestra curiosidad
por aprender sobre la naturaleza.
- Respeta la naturaleza
- Cuida los animales y las plantas,
se preocupa por ellos.
- Es observador sobre todo lo que le
rodea.
- Valora la belleza de un paisaje.
- Se interesa por conocer el
universo
- Manifiesta una
conciencia ambiental.
- Hace preguntas para comprender el
funcionamiento de las cosas.
- Tiene facilidad para adaptarse a los cambios de ambiente.
- Reconoce y clasifica componentes de la naturaleza (flora, fauna, hojas, rocas…)
- Reconoce y clasifica componentes de la naturaleza (flora, fauna, hojas, rocas…)
¿Cómo trabajarla?
A
continuación presentamos una serie de actividades para poder trabajar esta
inteligencia. Hemos habilitado un espacio para que pongáis vuestros
comentarios. La idea es que ahí poner todas las ideas, sugerencias,
actividades, juegos... que estén relacionados con dicha inteligencia,
convirtiéndolo así en un recurso al que poder acceder cuando lo necesitemos y
todos podamos enriquecernos.
Reciclando palés viejos, haremos un cajón cúbico al
cual le habilitaremos una trampilla en la parte de abajo de una de las caras.
La colocaremos en el exterior, y para empezar echaremos en el fondo un saco de
tierra, le añadiremos un puñado de lombrices, hojas secas de árboles, y un poco
de agua para humedecerlo. Les explicaremos a los niños que así comenzará el
proceso de descomposición de materia orgánica, la cual pasado un tiempo se irá convirtiendo en abono
natural que extraeremos por la trampilla, para nuestro pequeño huerto y para el
resto de plantas de clase. Por esto, todos los niños colaborarán echando dentro
de la compostera sus residuos orgánicos, como las mondas y cáscaras de las
frutas y frutos secos que comen, las hojas que caídas del patio, etc.
Al comienzo del curso, nos haremos
con una pecera, y una serie de diferentes peces de colores. Tienen que ser
peces de agua fría, de los que no son demasiado difíciles de cuidar. Así se
hará un calendario mes a mes, en el que se programará qué niño alimenta a los
peces cada día, y quien ayuda al profe a cambiarles el agua cada semana. Con
esta actividad aprenden a ser organizados, y responsables, además de a
colaborar.
Mi
campo, el más limpio.
Uno de cada dos domingos,
profesores, alumnos y padres nos reunimos a las 12 de la mañana para ir juntos
a limpiar basura y desperdicios de los suelos de parques y zonas verdes de
nuestra localidad. Así movilizamos a las familias para realizar actividades
juntos, además de permitir a los diferentes padres y madres se conozcan más
entre ellos. También servirá para que los niños aprendan la diferencia entre un
lugar limpio y uno sucio, y la importancia de mantenerlos limpios.
Doña lechuga y sus amigas. /
LechuGabriela, ToMateo y sus amigos.
Junto a una de las ventanas del
aula, pondremos un gran cajón de madera con ruedas para poder desplazarlo fácilmente
en caso de que sea necesario. En la parte del fondo pondremos una capa de
piedras redondas (cantos rodaos) para que el agua se drene mejor, y después lo
llenaremos con tierra. Una vez hecho esto, llevaremos a clase una serie de
semillas, y brotes de diversas verduras y leguminosas, como lechugas,
tomatitos, lentejas, etc, y ayudaremos a los niños a sembrar las semillitas y a
plantar los brotes. Ellos mismos cuidarán su huerto a diario para que crezca,
lo cual estimulará en ellos las ideas de responsabilidad y constancia.
Ver un ejemplo AQUÍ.
Compostera

Escuela verde
Se trata de que nuestro centro
rebose vida, así que haremos que se coloquen múltiples plantas de muchos tipos
por los pasillos y aulas. Esto crea una
sensación más natural en el centro y fomenta la sensibilidad de los niños por
la naturaleza.
Mr Potato
Les pediremos a los niños que
traigan de casa unas medias. Nosotros traeremos semillas de césped. También
traeremos adhesivos. Primero se echan semillas de césped en las punteras de las
medias, y llenamos de tierra todo lo equivalente a la zona del pie hasta que
coge una forma más o menos redondeada, se da un nudo a la altura del tobillo, y
se corta lo que sobra de la media. Después los colocarán en cuencos, de tal
manera que las semillas queden en la parte superior. Los niños los
personalizarán como si fueran Mr Potatos, con los ojos adhesivos y rotuladores
de colores. Luego los regarán para que crezca el césped del “cogote” como si
fuera pelo. Es una buena forma de combinar la fabricación de juguetes caseros
con el cultivo y cuidado de plantas.
Hormigas mineras
Adquiriremos un terrario
transparente para hormigas (dado que fabricarlo es bastante difícil) y lo
llenaremos con tierra y una pequeña colonia de hormigas. Así los niños podrán
ir comprobando día a día cómo evoluciona la colonia, y como van cavando sus
pequeños túneles. Con esto les ayudamos a adquirir una idea más racional de los
insectos, y el respeto a los mismos.
Una brújula natural
Les enseñamos a los niños a hacer
una brújula natural para si se pierden en el campo. Cogiendo un pequeño trozo
de hoja seca y haciéndola flotar, ya sea en un charco, o en un vaso si se
dispone de él. A continuación necesitamos algo fino, pequeño y metálico, como
una aguja, un alfiler, etc, y les enseñamos que al frotarlo durante 10 segundos
contra una roca, la aguja se imanta, y que por esto al colocarla sobre la hoja
flotante, la cabeza de la aguja/alfiler apunta directamente al Norte, lo que
nos permitirá orientarnos. Esto también está muy relacionado con la
inteligencia espacial
Proyecto pio pío.
Conseguiremos media docena de huevos
fecundados (en cualquier pollería o mercado de abastos nos los pueden conseguir
fácilmente), y con nuestros alumnos construiremos una incubadora usando una
caja grande de cartón con heno o paja en el fondo, y un par de bombillas de 40w
para calentar e incubar los huevos. Pasadas 3 semanas, los niños presenciaran
la eclosión de los huevos y el nacimiento de los pollitos. Esta actividad les
encanta, y les ayuda mucho a comprender que todas las formas de vida tienen un
origen. Además, posteriormente podrán cuidar de los pollitos para aprender a
responsabilizarse de ellos.
Ver proyecto original AQUÍ
Sales de baño caseras.
Los niños aprenderán a hacer sales
de baño utilizando sal gorda, tizas de colores, y colonia tipo “nenuco”. Es muy
sencillo, solo tenemos que darles cuencos, para que echen la sal gorda, y con
un rayador de queso, les ayudaremos a hacer polvo de tiza de sus colores
favoritos. Solo tienen que mezclar la sal con el polvo de tiza en el cuenco, y
removerlo bien , después lo rociarán con un poco de la colonia y lo volverán a
remover. Y listo! Así aprenden que crear las cosas por uno mismo es divertido.
Además estas sales pueden ser perfectas para que hagan su regalo para el día de
la madre, por ejemplo.
Cuidando a Nemo.

Sistemas de riego con botellas de agua
recicladas
Les enseñaremos un truco para
mantener nuestra huerta regada durante el fin de semana cuando no haya nadie.
Es muy sencillo, solo necesitamos una botella de agua. Cogemos el tapón, y por
el centro le haremos un agujero con un lápiz. Luego, los niños tendrán que
pasar unos trozos de tela que prácticamente tapen el pequeño agujero. A
continuación, llenamos las botellas de agua y las tapamos con sus tapones con
tela. Por último, harán unos pequeños agujeros en la tierra para colocar las
botellas boca abajo con el tapón enterrado. Comprobarán que asi el agua sale
muy poco a poco a través del trapo proporcionando un riego constante a su
pequeño huerto cuando ellos no estén para regarlo personalmente.
Ver un ejemplo AQUÍ.
Un marco con hojas y flores.
Primero los niños tienen que traer
una lamina de cartón, por ejemplo, de una caja de cereales vacía. Tendrán que
recortarla para hacer un cuadrado con ella, como la forma de un marco de fotos.
Después, saldremos con ellos al campo a recoger pequeñas hojas y algunas
flores. Una vez en clase, les prepararemos cuencos con mezcla de cola blanca y
agua, y pinceles. Primero pondrán la mezcla de cola sobre el cartón recortado,
y encima, irán pegando sus hojas y flores. A continuación, irán poniendo
algunos trozos muy finas (separar las capas) de papel higiénico sobre las
flores y hojas, y darán otra capa de cola y agua para darle consistencia y
sujeción al conjunto de la composición. Con la mezcla de cola y agua, el papel
parece volverse trasparente, por lo que las hojas y flores de debajo se ven
perfectamente. Para terminar pegarán por la cara de atrás su dibujo favorito,
para que este se veo en el marco, y le pegamos una tira de cordel por arriba
para poder colgarlo.
Aprendemos a clasificar
Pondremos en clase cuatro cubos de
basura diferentes, y les enseñaremos a los niños los cuatro tipos de residuos
que hay: Orgánicos (que se destinarán a la compostera), envases, vidrio y
papel. Les enseñaremos a diferenciarlos, clasificarlos y separarlos para que
entiendan la importancia de facilitar el reciclado. Por si acaso pondremos
sobre cada cubo, un cartel con ejemplos de los residuos que van en cada uno.
Hacemos papel reciclado
Con los papeles desechados, podemos
hacer papel nuevo. A continuación os presentamos unos vídeos para que aprendáis
cómo hacerlo con los niños.
Reutilizar el papel y el cartón es
divertido!!
A continuación os presentamos
también una serie de vídeos con ideas geniales para hacer manualidades de
animalitos reutilizando materiales de papel y cartón, y hacer juguetes, y más
cosas con ellos. Esperamos que os gusten tanto como a nosotros!!